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#HistoriasAbstracteras Reconversión laboral: de albañil a tester de software

Luego de atravesar más de 10 oficios diferentes, Danny Gutiérrez decidió realizar un cambio radical para mejorar su calidad de vida y la de sus grandes amores, sus dos hijos. La reconversión laboral a la industria IT fue su respuesta.

Danny Gutiérrez se encontraba muy afectado por la inestabilidad laboral que estaba atravesando en el rubro de la construcción. Con casi 33 años de edad y dos hijos, tenía miedo de realizar un cambio y comenzar de 0, especialmente por lo que significa a nivel económico ser amateur en una nueva profesión. Pero lo hizo, y su vida dio un giro de 180°.

Danny experimentó una infancia tranquila y sin sobresaltos en un pequeño pueblo llamado Empalme Olmos, en Canelones, cerca de Montevideo, Uruguay. Vivía junto a su familia en una casa gigante que le habían otorgado a su padrastro como inspector de trenes, justo al lado de la estación. Era tan grande que tenía 14 habitaciones, y andaba en bicicleta dentro de ella.

Las dificultades económicas llegaron a su vida recién cuando estaba finalizando su adolescencia, durante la feroz crisis económica de 2002 en Uruguay.

“Mi novia quedó embarazada y dejé los estudios secundarios. Me mudé con ella, que ya tenía una hija pequeña. De golpe y porrazo, me encontré con 18 años y una familia, sin empleo, en un momento en el que todo el mundo estaba mal. Terminamos comiendo en ollas populares. Fue una crisis muy dura, económica y humanitariamente, y tenía que encontrar un modo para que pudiéramos subsistir”.

Pesado como ladrillos

El camino recorrido por Danny hasta llegar al universo IT no fue nada sencillo. Le faltaba solo 1 año para terminar el colegio secundario cuando tuvo que dejarlo. Pero no se dio por vencido. Como pudo, saltando entre changa y changa, terminó el liceo 4 años después.

La lista de oficios a los que se dedicó fue más que extensa: empleado de limpieza, guardia de seguridad, boletero de cine en horario nocturno, vendedor de cursos de computación en escuelas, repartidor de volantes, mozo, vendedor de bizcochos casa por casa, músico en los ómnibus, profesor de guitarra, y más.

Trabajó durante un largo período en un frigorífico en el cual “ganaba bien”, pero las tareas eran muy duras. Debía “lidiar con la muerte, sangre y vísceras a diario”, por lo cual lo dejó en cuanto tuvo la oportunidad.

Luego del frigorífico, ingresó al rubro de la construcción, en el cual, a pesar del trabajo pesado, pudo encontrar mucho de lo que le gustaba. Como el aprendizaje de técnicas nuevas y también su lado artístico, ya que se especializó en yeso y pintura.

El problema con esta industria radica en su inestabilidad. Muchas veces es necesario trabajar en negro (sin aportes), sin implementos de seguridad apropiados, con riesgo de lesiones. Hubo ocasiones en las que debí viajar a cientos de kilómetros de distancia para trabajar en obras, durante semanas e incluso meses”.

Los trabajos zafrales lo llevaban a vivir situaciones de “subempleo” de manera constante, con sus consecuentes dificultades financieras. Esta inestabilidad, sumada al ambiente “hostil” del rubro de la construcción y el desarraigo al cual debía enfrentarse de modo frecuente, lo fueron empujando a la búsqueda de un cambio.

Así, cuando terminó el liceo, comenzó a estudiar psicología en la Universidad de la República. Pero un cambio de empleo lo obligó a dejar el sistema educativo, una vez más, por su lejanía. En 2011, nació su hijo menor, y continuó luchando para salir adelante.

La vida de Danny siguió transcurriendo, sin demasiado tiempo para detenerse a planificar, siempre guiado por los lugares geográficos a los que debía movilizarse para poder trabajar. Sin embargo, sus ansias por aprender, desarrollar todo su potencial y estabilizarse seguían implantadas en él cual semilla. Solo había que esperar el momento justo y el ambiente adecuado para poderlas germinar.

El relato sobre una industria con bajo desempleo

En 2017, se fue a vivir a Río de Janeiro, Brasil. Allí, también trabajaba en el ámbito de la construcción. Pero no le fue nada sencilla la migración. A pesar de que podía viajar a Uruguay para ver a sus hijos, no era lo mismo, los extrañaba mucho, y además era compleja la situación económica por su condición de inmigrante.

En una visita a Uruguay, un amigo le contó sobre la apertura de Abstracta Academy, la plataforma de formación y capacitación de Abstracta.

“Me habló de las posibilidades de un sector donde el desempleo era casi cero. Pero yo no sabía nada de informática, tenía más de 30 años y empezar de cero otra vez no me resultaba muy tentador. Sobre todo por la pérdida salarial que representaría al principio. Pero decidí darme la oportunidad y avanzar en mi reconversión laboral. Lo peor que podía pasar era volver a mi oficio, es decir, seguir igual. Sin embargo, si salía bien, se abría un panorama totalmente diferente”.

Así, sin demasiadas expectativas, comenzó a estudiar testing funcional en Abstracta Academy, con una beca del 75% para poder llevarlo adelante.

A los 2 meses, cambió de país, de industria de trabajo y de todo. Se instaló temporalmente en la casa de un familiar en Montevideo, Uruguay, hizo algunas changas en construcción para poder sobrevivir, y terminó el curso de tester funcional.

En un comienzo, eligió Abstracta para trabajar y logró pasar todos los procesos de entrevistas para insertarse en la empresa, pero justo el proyecto en el que ingresaría terminó y no pudo darse su ingreso todavía. Sin embargo, enseguida consiguió un trabajo como tester en otra compañía, donde se desempeñó durante un año y aprendió nuevas metodologías.

Al poco tiempo, empezó un trabajo complementario como profesor de testing funcional en BIOS, en representación de Abstracta. Al mismo tiempo, se hallaba estudiando la carrera de tester técnico en el mismo lugar, con una beca total debido a su trabajo docente.

Pudo comenzar a enseñar a pesar de su falta de experiencia laboral en el área debido a sus excelentes calificaciones durante el curso. Así, tuvo la posibilidad de compartir con los alumnos su experiencia viva como tester junior, día a día, en pleno proceso de inserción laboral. Esto se tradujo en una gran motivación y desafío para ellos.

Finalmente, en 2018, Danny ingresó a trabajar a Abstracta como Junior Advance. “Puse un pie en la industria IT y me fue llevando como una cinta transportadora”.

¿Cómo fue el inicio de tu reconversión laboral?

El primer año fue el más difícil. Seguí haciendo trabajos en pintura los fines de semana durante los primeros 6 meses. En mi entorno, veían riesgoso el cambio, sentían mucho asombro debido a que estaba pasando de hacer trabajos rústicos y de gran esfuerzo físico a trabajar en una computadora. Mis amigos no me entendían y se reían, debido a que ganaba menos de lo que solía percibir. Pero yo sabía que eso era temporal, debía construir mi camino, solo era cuestión de tiempo. Y así fue. No demoré más de 2 años en igualar el salario que tenía, con la diferencia de que conseguí salir de la dificultad financiera, gracias a tener un trabajo formal y permanente. En 3 años y medio ya había superado mis ingresos previos con creces.

¿Qué diferencias encuentras con el modo en que vives ahora y vivías antes?

Comencé a desarrollarme en un mejor ambiente de trabajo. Se me abrieron un montón de nuevas oportunidades y logré la estabilidad laboral que estaba buscando. Hubo un impacto real y económico en la vida de mis hijos y en la mía. ¡Pude empezar a construir mi casa! Hoy puedo vivir donde quiero y desde allí desempeñar mi labor en proyectos para diferentes partes del mundo. Eso cambió un montón mi vida. Ahora vivo con mi pareja Lucía, a quien conocí en Abstracta, y cerca de mis hijos. Además, crecí un montón. Actualmente, me desempeño como Tester Semisenior, sigo aprendiendo, y proyecto continuar creciendo.

¿Qué es lo que más disfrutas de la industria IT?

La libertad y la forma de trabajar, poder aprender sobre nuevos marcos de trabajo, procesos, metodologías, distintos niveles de involucramiento entre personas. Es muy rica la comunidad IT, siempre en búsqueda de la democratización del saber a través de plataformas, espacios de encuentro, foros, eventos empresariales y comunitarios.

¿Qué le dirías a alguien que desea realizar una reconversión laboral a la industria IT?

No tengas miedo. Pero no asumas que porque hay bajo desempleo las oportunidades se generan solas. Investigá si es realmente lo que te gustaría hacer. Planificá tu inserción, con metas alcanzables. Tendrás que irte adaptando a que los cambios son constantes: cambiás de proyectos, de herramientas, de procesos, de marcos de trabajo, de compañeros, de clientes, de tecnologías. Y cambia, sobre todo, tu flexibilidad cognitiva. La vinculación con la comunidad es clave para conocer personas del rubro y conectar con empresas y oportunidades. El testing es un camino fascinante, pero también puede ser la puerta de entrada a otras áreas dentro del mundo IT. Si hace 6 años alguien me hubiera dicho que estaría trabajando para todo el mundo desde mi casa en el área de la calidad del software, me hubiera reído. Pero se me abrió una puerta con posibilidades impresionantes. Y lo mismo te puede ocurrir a vos.

¿Qué proyectos tienes a futuro?

Estoy cursando la Licenciatura en Tecnologías de la Información en la Universidad Tecnológica del Uruguay (UTEC), como forma de impulsar mi carrera. Estoy estudiando inglés, me estoy adentrando en la automatización de pruebas, y proyecto ayudar a otros a que comiencen en testing, para retribuir toda la ayuda que yo recibí. En lo personal, quiero estar cerca de mis hijos, seguir avanzando con mi pareja en la construcción de nuestro hogar, en el lugar que elegimos para vivir, no perderme de tiempo con los amigos, viajar un poco más y participar en más actividades comunitarias.

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