Nunca soñó con ser CEO, pero con el tiempo comprendió todo lo que podría hacer desde allí a nivel social. Fue parte troncal del nacimiento de Abstracta junto a sus socios, y tiene grandes sueños para la empresa.
Cuando se piensa en el puesto Chief Executive Officer (CEO), el imaginario suele recaer en la dirección vertical de una compañía. Sin embargo, el desafío más importante del rol radica en sus posibilidad de liderar para lograr una transformación. Un liderazgo capaz de lograr una dirección operativa que permita la sostenibilidad y escalabilidad de una empresa al mismo tiempo que el crecimiento integral de quienes la conforman.
Optimismo, empuje y pragmatismo. Nobleza, empatía y liderazgo. Humildad y transparencia. Cuando se le pregunta a la gente que rodea a Matías Reina qué piensa de él, estas son solo algunas de las palabras que más se repiten. Matias es el Chief Executive Officer de Abstracta, una compañía líder global de testing de software, y se esmera por honrar su rol en cada acto.
Conoce la empresa desde que ésta era solo un sueño, desde su gestación y nacimiento, en cada uno de sus pasos. Antes de ser CEO, se dedicaba a desarrollar software, gerenciar proyectos, pagar sueldos, cobrar cheques, armar muebles de la oficina si era necesario. Todo en simultáneo y junto a sus socios, entre quienes se dividían la totalidad de las tareas.
De familia trabajadora, soñar Abstracta y ser parte de su creación fue un logro invaluable. Una demostración clara de cómo el acceso a la educación es capaz de hackear el sistema y convertir los deseos y proyectos en realidad.
Atributos que perduran
Matías nació en Bariloche, Argentina, pero toda su familia es oriunda de Salto, Uruguay. Por temas de trabajo de su papá, vivió muchas mudanzas en su infancia, siempre entre Argentina y Uruguay.
“Tuve una infancia muy libre. Hasta mis 10 años, vivíamos en Ituzaingó, Corrientes, un pueblito que era un mundo de fantasía. Todos tenían trabajo en la represa Yacyretá, teníamos el mismo club, el cine, la escuela, el supermercado, todo construido para los empleados de ahí. Eso hacía que tuviéramos la posibilidad de andar libremente por todos lados luego de la escuela junto a mi hermano y mi perro. Hacíamos chozas, y tuvimos algunos emprendimientos, como vender plantas y lavar autos”, relató.
Su hermano y él utilizaban el dinero obtenido de cada trabajo para seguir emprendiendo. “Luego de vender plantas, compramos cosas para pescar. Y después de lavar autos, ‘fundamos’ dos empresas separadas cada una con sus amigos”.
Ese espíritu libre, la capacidad de adaptación que le aportaron las mudanzas y su fuerza emprendedora han ido creciendo a lo largo de su vida y marcando su camino, con impacto directo en la fundación y crecimiento de Abstracta.
De chico, soñó con variedad y diversidad de oficios y profesiones. Todas tenían algo en común en el horizonte: ayudar a las personas a estar mejor, generar cambios en la sociedad.
Con el tiempo, comprendió todo lo que podría hacer como ingeniero en computación a nivel social. Y así, con la consolidación de Abstracta, vinieron incontables proyectos para generar impacto social.
Decisiones que le cambiaron la vida
Su acceso al mundo IT no llegó sin antes haber incursionado en diferentes carreras: relaciones internacionales, abogacía, bioingeniería, genética humana y medicina, entre otras. Amante del aprendizaje continuo, se dio la oportunidad de explorar y descubrir. Cuando conoció desde adentro el mundo de la ingeniería en computación y todas sus implicancias posibles, se quedó allí para siempre, explorando. “Nada de esto hubiera sido posible sin la ayuda de mis papás”, enfatizó.
En 2002, se mudó a Montevideo, Uruguay, junto a su hermano mellizo. Cuando tomaron la decisión, corría el año 2001 y vivían en Argentina, un momento de profunda crisis en el país. Habían comenzado a estudiar allí pero decidieron iniciar de cero en el país vecino debido al complejo contexto.
“Mis padres y mi hermana mayor se quedaron viviendo en Rosario, Argentina. Fue muy difícil porque era muy caro y nos íbamos lejos, pero nos apoyaron. Hoy, mirando en retrospectiva, fue una buena decisión. En Montevideo nos sentimos como en casa desde que llegamos, hicimos grandes amigos y conocimos a nuestras parejas, con las cuales formamos nuestras familias”.
Matías se graduó como Ingeniero en Computación en la Universidad de La República; y su hermano como Ingeniero Civil. Ambos tuvieron la posibilidad de emprender. Actualmente, Matías vive en Salto con su esposa, Magdalena, quien fue muy importante para la fundación de Abstracta, y sus hijos. Magdalena ha sido un pilar en la vida de Mati desde que se conocieron, y siempre se han acompañado mutuamente en todos sus proyectos.
“Mati es un visionario, siempre inspirado en buscar soluciones reales para situaciones que considera injustas y que le gustaría cambiar; para mejorar el mundo. Siempre está buscando generar estrategias para ello, tiene muchísimas ideas para llevar adelante proyectos en el ecosistema emprendedor. Para él, Abstracta es una herramienta para lograr ese objetivo. Todas sus acciones nacen motivadas por ese espíritu de cambio”, expresó Vera Babat, psicóloga y Chief Culture Officer de la compañía.
“No es un hacedor, es un soñador rodeado de muchos buenos hacedores, y hace la red para que las cosas sucedan. Esa combinación de idealismo y pragmatismo es poco frecuente. Y ha permitido que a través de Abstracta podamos generar mucho impacto positivo”, continuó Vera.
“Es una persona fuera de serie, como persona y como profesional. Tiene la capacidad de generar equipos de calidad y apoyar a los integrantes con empuje y entusiasmo. Mati siempre fue nuestro líder. Desde la concepción de la idea hasta el compromiso para llevarla adelante, siempre fue nuestro motor”, enfatizó Fabián Baptista, partner y Director de Abstracta.
“Era bastante obvio para mí nominarlo para ser nuestro CEO, recuerdo muy bien ese día. Mi expectativa era que pudiese sacar la cabeza de los proyectos y resolver problemas a otro nivel, para apalancar nuestro crecimiento. Por supuesto que se cumplieron estas expectativas, desde entonces la empresa crece y mejora año a año”, esbozó.
“Estoy tan agradecido a la vida de haberme cruzado con Mati. Desde que comenzamos a pelotear las primeras ideas de desarrollar un producto, Mati tenía tremendas ganas de tener un emprendimiento, de hacer algo global, algo que generara impacto”, rememoró Federico Toledo, partner y COO de Abstracta.
“En aquel entonces, eso no estaba en mis ambiciones, pero me contagió de a poco. Mati logra eso, contagiar. Contagia buenos valores, buen propósito, muchas ganas, y ayuda a que el más descreído logre darse cuenta de que sí se puede, que está bueno soñar, que juntos podemos hacer cosas increíbles”, apuntó. Y destacó: “Si pudiera volver el tiempo atrás, sin dudas lo volvería a elegir como CEO. Él logra amplificar su visión soñadora e inspiradora, energizar al resto contagiando con su misión y propósito, ayudando a cada uno a conectar”.
Un largo camino
Los roles y tareas fueron cambiando a lo largo del tiempo, en el camino de consolidación de Abstracta. Cuando comenzaron, la idea era tener una “empresa madre” y desarrollar diferentes productos. GXtest fue el primero de ellos. Matías y Fabián eran los desarrolladores, y Federico el tester.
En 2011, nació el primer hijo de Matías y con su esposa pidieron un préstamo para comprar una casa. “El dinero no nos alcanzaba solo con GXtest. En ese momento, tuve qué decidir si buscar otro trabajo que me diera más ingresos o si dedicarme 100% a Abstracta. Fue una gran decisión familiar: buscar un trabajo seguro en un momento crucial en nuestras vidas o arriesgarnos a que me involucrara a tiempo completo a un emprendimiento, que podía salir bien o no, y que todo era día a día”, rememoró.
“Recuerdo grandes charlas en el living de mi casa junto a mi señora y mis suegros. No fue sencillo, pero decidimos arriesgarnos. Apenas comencé esta nueva etapa, arrancamos con el área de servicios para poder aumentar los ingresos. Genexus Consulting fue la primera empresa en confiar en nosotros en cuanto a servicios”, continuó.
En 2013, comenzó a poner más foco en el área comercial. En 2014, Federico volvió a Uruguay luego de finalizar su doctorado en testing de software en España, y Matías empezó a dedicarse completamente a las ventas. En 2016, pasó a tener el rol de CFO. “Ese año, nos vinimos a vivir a Salto con mi familia. Fue una apuesta a estar más tiempo con mis hijos y mi pareja, una apuesta a una mejor calidad de vida”.
¿Cómo afectó la mudanza a tu trabajo?
Fue una decisión muy difícil para mí y para mis socios. Pero me comprendieron y me apoyaron. La verdad, pensé qué iba a ser un “paso atrás” en mi involucramiento con Abstracta, y eso me pesaba mucho. Pero terminó siendo al revés.
¿En qué sentido al revés?
Pude ocupar un rol precioso, impulsar muchos temas como el trabajo en el interior, y abrir una oficina en Salto, lo cual nos dio mucha satisfacción. Al principio, la idea no era abrir una oficina, pero cuando necesitamos gente descubrimos muchas personas con talento en Salto y decidimos darles y darnos una oportunidad.
El resultado fue tan bueno que llegó un momento en el que nuestra prioridad era contratar gente de allí. Además, pude continuar teniendo un vínculo hermoso con todo el resto del equipo a pesar de estar remoto. En 2017, en una reconfiguración de la empresa y por nominación de mis socios, pasé a ser el CEO. Hasta ese momento, no teníamos un CEO, hacíamos de CEO entre todos.
2021 fue un año muy particular para ti a nivel familiar, y tomaste la decisión de hacer una pausa en Abstracta por un tiempo.
Sí. Tuve qué dejar Abstracta de un día para el otro para atender temas de salud de mi nena. Fue por un período de 7 meses. No fue fácil para nadie. Recargó mucho a todo el equipo, en un año muy particular para todos, con una pandemia, con un momento super particular de la industria. A pesar de todo, salimos fortalecidos. El equipo salió adelante y la empresa siguió creciendo. A mí me hicieron un aguante infinito de todos lados, me apoyaron e hicieron llegar mucho amor. Todo esto fue muy importante, un gran pilar para mi familia.
¿Por qué es importante para ti que las empresas tengan una cultura humanista y de cuidado mutuo?
Creo qué no tiene sentido una organización si no tiene un impacto positivo en las personas que la integran, en su entorno (familiares) y en las comunidades que se encuentran. Más aún en este contexto post-pandemia, poder cuidarnos entre nosotros, tener un grupo en el cual compartimos valores, y construímos cosas que nos hacen sentir orgullosos, le dan sentido a nuestra organización.
¿Cuál es el rol “tradicional” de un CEO? ¿Y cuál debería ser para ti el verdadero rol de un CEO?
Creo qué el rol tradicional del CEO está muy orientado a los resultados y en llegar a los mismos “por cualquier medio” en el menor tiempo posible. En Abstracta, los resultados son muy importantes, de hecho tenemos buenos resultados. Pero también es muy importante cómo llegamos a ellos. Nos importa especialmente que Abstracta sea una plataforma que conduzca no solo a objetivos empresariales sino también al bienestar de nuestra gente.
Por eso, además del profesionalismo y conocimiento ingenieril, hacemos foco en la calidad vida, en el cuidado mutuo, en la flexibilidad y en la diversidad como nuestras mayores fortalezas. Nosotros estamos en una maratón, no una carrera de 100 metros. Tenemos muy claro para dónde vamos y qué queremos, pero es mucho más importante el cómo que el cuándo. Esto quiere decir que tenemos más libertades para experimentar e ir definiendo las mejores formas de lograr nuestros objetivos.
¿Cómo impacta esto en tu rol?
Dentro de los objetivos que tenemos como empresa, está desarrollar las comunidades locales y construir una cultura fuerte y generosa. Eso necesariamente implica que el rol de CEO no termine en la puerta de la oficina, sino que se tiene que relacionar fuertemente con lo que pasa en el resto de la sociedad. Debe involucrarse en los desafíos que tenemos como sociedad e intentar brindar soluciones con la empresa como plataforma. Es una gran responsabilidad, y también una oportunidad para empujar nuestras barreras. Los problemas que más nos convocan hoy van por el lado de llevar oportunidades laborales de calidad a donde no las hay, construir una sociedad más equitativa, y ayudar a reconvertir la fuerza laboral.
¿Por qué elegiste el testing dentro del universo IT para todo esto?
La calidad de software es muy importante dada la gran dependencia que tenemos con la tecnología. Poder hacer tecnología de manera rápida y con calidad es un desafío enorme. Es muy importante que el software cumpla con estas dos cualidades para poder adaptarse a los cambios y las necesidades, y que realmente aporte valor. Cuando esto se logra, impacta en la vida de las personas directamente. Me fascina colaborar con la creación de tecnología que tenga un impacto positivo. Poder ser parte en la construcción de soluciones tecnológicas más rápido y con mejor calidad es fundamental para abordar muchos de los desafíos que tenemos como sociedad.
¿Qué planes y sueños tenés a futuro? A nivel personal y profesional?
Lo qué más me gustaría es poder estar bien, aprendiendo, mejorando, compartiendo, siempre con tiempo disponible para escuchar y ayudar. Me encantaría que tanto mis hijos como todos mis afectos, mis amigos y las personas que están cerca mío sepan que estoy para buscar soluciones cuando se encuentran complicados. Me gusta ayudar a las personas a confiar en sí mismos, a mirar hacia nuevos desafíos y arrancar nuevos proyectos.
¿Qué expectativas tienes para Abstracta de aquí a 10 años? ¿Y a 20?
En 10 años me gustaría qué estemos en 5 países, bien instalados, con equipo, comprometidos con la comunidad local, acentuando cada vez más nuestros atributos más fuertes. Me imagino sabiendo que, a donde sea que vaya de estos lugares, contaremos con un grupo de gente divina para visitar, compartir y festejar la vida. También nos imagino estando en todas las capitales departamentales de Uruguay y en varias ciudades fuera de Santiago en Chile. En 20 años nos imagino en más países, sobre todo en Asia y Oceanía. Me encantaría que podamos estar en Nueva Zelanda, Australia y Japón.
¿Una anécdota que te haya marcado para siempre en testing?
Una vez estábamos trabajando en un proyecto para el sistema de salud público de Perú (10 millones de usuarios). Habíamos logrado bajar el tiempo de respuesta de una página que mostraba los datos de los pacientes de 3 minutos a 30 segundos. Había sido mucho esfuerzo y yo estaba satisfecho con eso. Entonces le dije al Colo (Fabián): “Ya está, con esto va a andar mucho mejor, dejemos ahí”. Y el Colo me respondió: “Mati, en la fila puede haber un viejito al que capaz le pasa algo por esperar un rato más, y nosotros estamos acá, desde la comodidad de nuestra compu. ¿Cómo no vamos a seguir esforzándonos por llevar esto a 3 segundos?”. Esto sin dudas cambió mi visión. Hoy miro todo desde ese lugar.
Mini BIO
Matías Reina se graduó como Ingeniero en Computación en la Universidad de la República, en Uruguay. Tiene más de 15 años de experiencia trabajando en proyectos de desarrollo y testing, siempre relacionados con la calidad de software.
Ha participado como ponente en múltiples conferencias y presentaciones en Uruguay y Estados Unidos. Además, ha sido parte de proyectos de investigación y publicaciones.
En 2008 cofundó Abstracta, empresa de tecnología dedicada a la calidad de software, hoy líder a nivel mundial, con oficinas en Estados Unidos, el Reino Unido, Chile y Uruguay. En 2016, asumió como CEO, rol que desempeña en la actualidad.
Matías nació en Argentina, y eligió Uruguay como su lugar en el mundo, especialmente la localidad de Salto, en donde reside junto a su esposa e hijos.
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